Hoy caen a Mendoza las cinco estrellas teens que protagonizan el musical más convocante de los últimos tiempos.En medio de la euforia adolescente y las lágrimas por Romina Yan, una de las jóvenes actrices, Rocío Igarzábal, nos habla de su adiós a la tira y de su futuro ideal, siempre ligado a la música.
Las cintas de su largo pelo rubio coronan a la chica de ojos dulces, que ni se hace cargo de su encanto y mantiene su vista al frente con la pose desprejuiciada y la risa a flor de piel. Claro, tiene 21 primaveras y una pila de planes por delante aun cuando ésta sea, también para ella, la gira final de los Teen Angels. Continua...
Pongamos su figurita:
Nombre: Rocío.
Apellido: Igarzábal.
Apodo: Rochi.
Color preferido: amarillo.
Comida favorita: la china.
Una película: “Un ángel enamorado”, con Nicolas Cage.
Un Cd: “Instinto”, de Los Cafres.
Una canción: “Like a star”, de Corine Bailey Rae.
Un hobby: cantar. “Aunque más que un pasatiempo”, aclara Rocío, “creo que es en realidad una vocación”.
- O sea que, ahora que cierra Casi Ángeles, te vas por el lado de la música.
- Creo que es lo más probable. Tengo unas canciones en mente, me emociona el tema de grabar un disco.
- ¿Y qué géneros musicales te atraen?
- En realidad, de todo. El funky, el blues, el soul...
- ¿Una rubia de raíces negras?
- (risas) Ojalá.
Mp3 y pop alternativo, ésa es una combinación natural para la chica que, junto a Mar y Jazz, solía pasarse ocho horas diarias en la órbita del Cris Morena Group, frente a las cámaras que la transformaban en “Val”.
- Se sabe que tenías un amor angelical.
- Sí, salí casi cuatro años con Pablo (Martínez), el chico que hacía de Simón.
- ¿Y cómo manejabas el tema de su romance de ficción con Mariana Espósito?
- Ah, bueno, por ahí los actores profesionales lo tienen mucho más superado. Pero da una cosita, sí.
- Entre las chicas, ¿hay mucha competitividad?
- No, más bien mucho compañerismo. Estamos todo el tiempo diciéndonos ‘¡qué linda estás!’. Todas, nos subimos grupalmente la autoestima.
- ¿Se cuidan mucho? ¿Hay disciplina de dietas y gimnasio?
- No llegamos al extremo, pero sí, nos cuidamos bastante.
- ¿Te sentís bonita?
- Y sí, pero porque es pura cuestión de actitud.
De Romina Yan, cuenta Rocío, tiene recuerdos imborrables: “Nos conectamos sobre todo por el lado de la música. La imagen más fuerte que tengo de ella es la de un estudio de grabación”.
- ¿Cómo te enteraste de su muerte?
- Fue un momento horrible, como si se hubiera detenido el tiempo. Me enteré por mi mamá.
Ahí nomás los Casi Ángeles corrieron a llamarse, a compartir su incredulidad y su pena. “Cada uno tiene su recuerdo particular de ella, pero todos coincidimos en que era una persona..(no sé, no hay palabras)... súper especial”.
Camino al cielo
Paradójicamente, a esta muchacha angelical le asignaron el personaje de Vale -la novia de Rama en la tira Casi Ángeles- , que había huido de un reformatorio con secuelas de ‘machona’.
Volvamos a la figurita. Algo que siempre lleva: una medallita con la virgen del colegio. Un defecto: la inseguridad. Una virtud: la transparencia. Una carrera: actriz.
- ¿Cuáles son las similitudes y las diferencias entre Rochi y Vale?
- Las dos somos sensibles. Nos encanta la adrenalina y nos distinguimos por una actitud medio varonera y por el humor.
Dice que, si de elegir se trata, le gustaría una vida de viajes. Justo como lo que le da el presente: una gira exitosísima con colegas-amigos.
- ¿Pensás que todo este fenómeno puede ser efímero?
- Más que nada, pienso en el día a día y en lo agradecida que estoy por ser parte de esto.
De hecho, ella, que matiza su actuación con el patinaje y las clases de guitarra, confiesa que todo lo que le pasa parece, todavía, un sueño.
El musical que la trae, precisamente, se ambienta como eso. Una obra adolescente entre el cielo y la tierra -con ángeles y demonios- y un collage en el que los amores, las histerias, los encuentros y desencuentros, le ponen a la vida teen un poco de color.
Entonces: la final del gran éxito televisivo llega a nuestra provincia, después de haber convocado la suma récord de 130.000 asistentes, en su despedida en el teatro Rex de Buenos Aires.
Fuente: Los Andes
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